
Imagen de portada del periódico LIFE.
Gregorio De Gracia
El domingo se cumplieron 58 años de la Gesta del 9 de Enero, mejor conocida como “El Día de los Mártires”. Fecha de duelo nacional que ayuda a recordar y reflexionar el referido registro histórico. Estudiantes del Instituto Nacional y otros colegios secundarios con valentía defendieron el derecho de izar la bandera nacional.
El Semanario La Universidad entrevistó al profesor Romel Escarreola Palacios, historiador y miembro del Centro de Investigaciones de la Facultad de Humanidades (CIFHU). Escarreola se trasladó en el tiempo, narró cómo se dieron los hechos y qué conllevó a los panameños a la firma de los Tratados Torrijos Carter de septiembre de 1977.
Robo
Para hablar de la Gesta del 9 de Enero de 1964 tenemos que remontarnos a los Tratados Hay- Bouneau Varilla, firmados el 18 de noviembre de 1903. Estados Unidos nos robó el Canal.
“No tengo otra palabra porque fue un robo, primero negociado por un francés, segundo, un error de los panameños, y más que nada una complicidad nombrar a un francés, miembro de la compañía de Canal Francés, quien tenía como objetivo recoger los fondos caídos de la compañía del mencionado canal”.
Creo que fue un acuerdo que originó una lucha por la recuperación del Canal. Estados Unidos hizo nuestro territorio parte suya, estableciendo jueces, policías, supermercados y el odiado Silver Roll y Gold Roll, donde los panameños y latinos estábamos aislados de los beneficios otorgados a los norteamericanos e, incluso, hasta en salarios.
Luchas Nacionalistas
El rechazo del Tratado Filós-Hines de 1947; la Siembra de Banderas de 1959; la Gesta del 9 de Enero de 1964 y el acuerdo firmado por ambas naciones, en 1963, para que donde se izara la bandera norteamericana se enarbolara la panameña, son luchas y muestras del rechazo por parte de los institutores, de los atropellos cometidos por los norteamericanos contra la nación.
Sucesos
Días antes del 9 de enero, en Gamboa, el policía norteamericano Carlton Bell izó la bandera estadounidense, no así la panameña, por encima del acuerdo de ambas naciones y del Gobernador de la zona del Canal, noticia que causó malestar a los panameños.
Los estudiantes de sexto año del Instituto Nacional (IN), al enterarse, se reúnen en la parte alta del edificio, luego bajan por las escalinatas y se reúnen con el Rector del plantel y le piden la bandera. El Rector abre un estante y le entrega la bandera que había sido utilizada en la jornada de 1947.
Los estudiantes marcharon por la avenida de los Mártires hacia el hospital Gorgas, allí guardan silencio. Posteriormente, al llegar a la casa del Gobernador, cantan el Himno Nacional y continúan hacia el edificio de la Administración del Canal. Luego, se encuentran con un torbellino de zonians, pero, aun así, bajaron y se toparon con un seguridad de nacionalidad cubana, de apellido Cazabobo. En el lugar se acuerda que un grupo de estudiantes izara la bandera panameña.
Cuando los estudiantes llegan, empiezan a cantar el Himno Nacional y los zonians les gritan vituperios y obscenidades, les lanzan objetos, pero ellos, estoicamente se mantienen firmes hasta que se dan empujones, en ese momento un policía saca su macana y rompe la bandera panameña. Era una señal que no había más nada que hablar, ni discutir y se inició la guerra.
Los estudiantes se retiran, corren por las escalinatas del edificio de la administración del Canal y a eso de las 6:00 p.m. rompen las luminarias para escudarse tras la oscuridad hasta regresar a la línea limítrofe. Posteriormente, empiezan los primeros disparos contra los estudiantes detonados por los zonian, quienes usaron armas de caza.
Respaldo del pueblo
La noticia se difunde en Panamá y las personas de forma sagrada y patriótica deciden respaldar a los estudiantes del Instituto Nacional. El enfrentamiento ocurre en la línea limítrofe frente al “Nido de Águilas” hasta las inmediaciones de la Asamblea Nacional.
El primer caído de la gesta del 9 de enero fue Ascanio Arosemena, producto de una bala disparada por un policía. “La bala entró por la parte derecha del hombro, penetró el pulmón derecho y rompió la arteria aorta; los pulmones se llenan de sangre y Arosemena muere en el hospital Santo Tomás. Seguidamente, van cayendo otros heridos y los muertos. Al citado hospital público, llegaban abaleados y afectados por los gases lacrimógenos.
A raíz de los hechos, Panamá rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos. El saldo, 21 muertos y muchos heridos, entre ellos, una menor que estaba en un balcón. En Colón, los enfrentamientos fueron más directos donde, incluso, hubo heridos de bayonetas.
Lucha generacional
“Siempre escucho que los panameños fuimos cobardes, pero recordemos que fueron muchachos de 17 años. Si la historia se repitiera, los panameños volveríamos a defender nuestra patria”.
Luego de los hechos llegó una delegación de Norteamérica. El presidente Chiari, durante una conversación telefónica sostenida con el presidente de Estados Unidos, Lyndon Baines Johnson, le solicitó que frenara la masacre.
Frente a los hechos del 9 de enero, hubo nuevas negociaciones. Surgieron los Tratados 3 en 1, rechazados por los universitarios, porque no se eliminaban las causas del conflicto y no solucionaban el problema principal, lograr la soberanía nacional y la recuperación de la zona del Canal.
Tratados
Luego se habla de un tratado que pusiera fin al enclave colonial. Los sectores estudiantiles se dividen, por un lado, se encontraba el grupo llamado “Tendencia”, que apoyaba la lucha del general Omar Torrijos Herrera por la recuperación del Canal y por el otro, grupos como Guaycucho y el FER-29 que adversaban la propuesta de Torrijos. Lamentablemente, el 14 de junio de 1977, en horas de la noche, las diferencias culminan con un enfrentamiento entre estos grupos opositores. El resultado, la muerte de los estudiantes universitarios Jorge Camacho y Demóstenes Rodríguez.
Finalmente, luego del Plebiscito, en el que ganó el “Si”, el general Omar Torrijos y el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter firmaron los Tratados Torrijos- Carter, en la ciudad de Washington, el 7 de septiembre de 1977, que puso fin al enclave colonial en territorio panameño.