A favor de la excelencia académica: Dirección Curricular y Evaluación

Mar, 04/10/2022 - 15:57
Mgtr. Moisés Guevara, director Curricular revisando documentación.
Autor:

Luis Oldemar Guerra /Periodista *Fotos: Carlos Ivan Caballero

La Dirección Curricular y Evaluación de Documentación Académica es la encargada de analizar lo referente a los títulos y carreras.

En esta unidad se recibe y revisa lo relacionado con la creación de carreras propuestas por las facultades y centros regionales. Implica también, lo referente a las actualizaciones de las licenciaturas u otros títulos de pregrado; la Universidad de Panamá aspira a su actualización cada 5 años.

El director Curricular, magíster Moisés Guevara, explica al Semanario La Universidad que, tanto en la creación como en la actualización, se ven los aspectos de la necesidad en la sociedad y la importancia de las carreras. Esta dirección también es responsable del diseño curricular y los programas de las asignaturas.

Otro proceso importante que pasa por la Dirección Curricular es el de las aperturas y reaperturas de carreras. Aclara el docente que ocurre cuando una unidad académica manifiesta interés en abrir una carrera de otra unidad. La mayoría de los casos se registran en los centros regionales, porque se trata de carreras propias de una facultad. A esto se le conoce como apertura y tiene sus procedimientos, apunta.

Señala que una reapertura es la continuidad de una apertura. Una vez que se cierra el período de la apertura, que el grupo terminó, el centro regional decide si lo continúa o lo suspende y si lo continúa, sería una apertura, pero, transcurrido cierto tiempo.

Indica que la decisión final sobre la apertura, reapertura, creación, actualización y demás procesos, que revisa la Comisión Académica, es un filtro y se presenta la recomendación para aprobación en el Consejo de Facultades respectivo a la carrera en cuestión.

Guevara aclara que en esta unidad se revisan los manuales especiales, por ejemplo, manuales de ingreso de una facultad. Otros de los temas es la modificación de las estructuras académicas en los departamentos.

La dirección también aprueba los seminarios como opción al trabajo de grado. Cada vez que se oferta un seminario, previamente, debe someterse a la debida aprobación. Explica que esto es lo único que se aprueba a diferencia de la apertura y reapertura como ya se mencionó.

El profesor Guevara posee dotes que también le han permitido contribuir con la formación académica de estudiantes en la UP. Al respecto, espere la segunda entrega a publicar en la próxima edición.

 

Adiestrado en música clásica, Moisés Guevara conjuga la experiencia con la academia

viola

En esta segunda entrega, en torno a la entrevista realizada al director Curricular, magíster Moisés Guevara, el Semanario La Universidad presenta algunas de sus competencias: entrenado en música clásica, docente en el ramo, y violista profesional -intérprete de la viola, instrumento de cuerda flotada-.

El violista comenta que a fines de los años 80 tuvo apariciones esporádicas con la Orquesta Sinfónica Nacional en virtud de tratarse de contrataciones eventuales -esto ocurrió cuando fue estudiante-. Posteriormente, fue contratado como músico de planta en 1993, laborando por espacio de 22 años y se retiró en 2015. Aclara que desde 2008 se desempeña como cantante de ópera y sigue presentándose como tal.

Inició como docente en la universidad en 1994. Las primeras materias asignadas correspondían al área de servicio. Es decir, había varias facultades que requerían dictar la asignatura denominada Apreciación de la Música, por un período de 10 años.

De 1999 a 2001 estudió la maestría en la Universidad de Oklahoma, Estados Unidos, con especialización en “Historia de la Música”.

 

Al regresar al país se encontró con varios cambios en la UP, específicamente en los planes de estudio. Ya no había demanda de “Apreciación Musical”. Relata que para esa época se necesitaban profesores de piano, pero no de la carrera concerniente al instrumento. Sin embargo, remembra una ventaja a su favor; tocaba el piano, un instrumento que aprendió a ejecutar antes que la viola, porque su abuela era pianista y desde pequeño le impartía enseñanzas.

El violista explica que todos los estudiantes de música deben conocer el piano. En su caso, confiesa haber sido de provecho como transición para que le asignaran otras materias en su especialidad, dentro de la facultad y no fuera.

El músico profesional y académico, valora la oportunidad de compartir con sus estudiantes 3 facetas: una como músico, otra como profesor y una última como compañero de escenario. Hilvana el aprendizaje que obtuvo como docente al lograr interesar a varios de sus estudiantes en el mundo de la música clásica, es decir, que la apreciaran y no le cerraran las puertas.

La Viola

Guevara sostiene que en Panamá no hay muchos violistas y que los instrumentos de cuerda se valorizan con el tiempo.

Al confesar haberse retirado de los escenarios de la música clásica, decidió venderla, aunque aclara no tener prisa. Se trata de un instrumento de la casa Douglas Cox de 1983. Douglas Cox es un luthier -Rae: personas que construyen o reparan instrumentos musicales de cuerda-. En este caso, originario de Boston, Estados Unidos.

Recordó que a sus inicios la viola que interpretaba pertenecía a la Escuela Juvenil de Música.

De su memoria extrae una anécdota; durante una de las presentaciones conoció al músico Scott Woolweaver, quien visitó a Panamá. Este participaba en los conciertos de la Orquesta Sinfónica, y como experto violista aprovechaba para dictar talleres sobre el instrumento. Moisés se aproximó al experto, conversó con él y le expresó que necesitaba comprar su viola. Relata que en una de esas vueltas a Panamá Woolweaver trajo dos violas y una la compró Guevara. Para esos días el instrumento tendría entre 10 a 15 años de haberse fabricado.

viola

“He estado muy contento con mi viola, venderla no es una decisión fácil”, declaró. Desde que se retiró de la Orquesta Sinfónica ha estado tocando menos, aunque, siempre lo hacía en casa y añade que debido a la posición administrativa que desempeña dispone de menos tiempo.

En referencia a la posible transacción argumenta que el aparato, por la falta de uso, pese a que le da el debido mantenimiento y cuidado, es una maldad mantenerlo en esa condición pues corre el riesgo de dañarse y las personas merecen escucharlo por lo cual decidió venderlo, pese a insistir en no estar apurado.

Para evaluar la viola el profesor se puso en contacto con una joven que había sido su estudiante, Madelaine Quiroz. Actualmente, continúa formándose como luthier en la Universidad de Cremona, Italia. Los mejores instrumentos de cuerda son de las marcas Stradivari, Guarneri, Amati, y de todas las edades; provienen de Cremona, la Meca de la Luthiería.

Luego de revisar la viola, Quiroz le informó a Guevara que esta había aumentado hasta 10 veces el valor original, es decir, más del costo de compra.

También, le manifestó que venderlo a un precio inferior, sería incurrir en una maldad.

Según su ficha técnica, Quiroz destaca que la viola tiene un tamaño de 16 1/2, de diseño original. Es el número 32 confeccionada de ese luthier (Douglas Cox) que a la fecha aproximadamente ha hecho unas mil violas. Agregó que la casa que lo fabricó es muy conocida en los Estados Unidos, y que incluso ha ganado diferentes premios y competencias, lo cual la convierte en un instrumento valioso e importante.

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