Carmen M. Guevara Cruz /Periodista *Foto: Ian M. Arcia L. /Luis Guerra
Actores de la medicina veterinaria suelen coincidir en que su importancia radica en 2 variables fundamentales: la salud animal, a la que los seres humanos son susceptibles en contraer enfermedades originadas en animales, y la salud pública.
Durante los últimos años en la Universidad de Panamá ha surgido un fenómeno, similar a lo que ocurre en el ámbito mundial, la población estudiantil en la Facultad de Medicina Veterinaria es liderada por féminas. De acuerdo con el decano, doctor Alexander Pérez, cerca del 70 % es femenina. En el actual período 2023 el total de matrícula arroja la cifra de 275 educandos.
Para Pérez lo que alarma es el hecho de que el hombre haya dejado de estudiar: “Antes era una carrera de varones, hoy se ve a las damas trabajando como doctoras de campo. Y, ya no solo se dedican a la clínica y a la atención de pequeñas especies. También, están insertándose en el Hipódromo, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Desarrollo Agropecuario. La mujer está ocupando un campo que antes se decía que solo era para hombres”.
¿Cupos anuales?
La carrera está en auge. Para 50 cupos que ofrece la facultad, más 4 cupos adicionales, 2 para cambio de facultad y 2 para estudiantes extranjeros, este año se inscribieron alrededor de 800 estudiantes. La población por año es de 55 estudiantes.
¿Cómo administra lo relacionado con el espacio físico versus la cifra de estudiantes?
Disponemos de 5 laboratorios (parasitología, bacteriología, virología, histopatología y embriología). En el Hospital Veterinario en Corozal, contamos con 2 aulas para atender a 60 estudiantes. La administración del campus cedió un auditorio para las actividades académicas y culturales.
En la actualidad no existen instalaciones para atender a más estudiantes por semestre. Pero, en el futuro la facultad aspira a ofrecer 100 cupos por año. De lo contrario mucha gente saldrá de Panamá a estudiar en otras universidades porque en el país la UP es la única que ofrece la carrera.
Estudiar esta disciplina afuera sale costoso. En mi época estudié en Brasil, me salió alrededor de 16 mil dólares, no fue tan caro, hoy sería el triple.
¿Proyectos 2023?
Fortalecer los laboratorios. Estamos en la etapa final de la compra de microscopios y equipos que hacen falta.
El laboratorio de histopatología permite que el estudiante pueda hacer una placa histológica en sus prácticas de clases. Asimismo, diagnosticar enfermedades fuera del aula.
¿Presupuesto para fortalecer los laboratorios?
Para la inversión de equipos contamos con el respaldo de la administración central mediante el aporte de 35 mil dólares. Esta es la suma en torno al costo de la indumentaria. El otro paso sería proporcionar material. Ya se compró el medidor multiparámetros que permite medir la presión arterial del animal, hacer electrocardiograma y medir la frecuencia cardíaca. Estas herramientas son de utilidad para el estudiante en asignaturas como fisiología, cirugía y clínica.
El equipo de evaluación de parámetros fisiológicos (medir la fuerza de oxigenación que tenga el animal) se emplea en fisiología. Este equipo tiene un valor aproximado de 4 mil dólares.
A un costo de 11 mil dólares se logró adquirir una máquina de ultrasonido para que los estudiantes y el profesor puedan hacer el estudio de imagenología.
Las sillas y mesas de laboratorios serán reemplazadas por unas más cómodas, ajustadas a la altura del estudiante que cumple con las 3 horas de práctica con los microscopios. Estos mobiliarios son de la época del colegio de Curundu.
¿Qué otro laboratorio se tiene en proyecto?
Un laboratorio de inocuidad de alimentos, un proyecto de la vicedecana, doctora Carmen Bonilla Solís; y otro laboratorio para el área de investigación y postgrado. Se viene trabajando en los terrenos asignados a la facultad en el área de Mocambo. Por ahora están en la etapa de hacer la cerca, crear establos y buscar el dinero para establecer proyectos de producción.
¿Giras multidisciplinarias?
En la actualidad se utilizan 2 buses para trasladar a los estudiantes a diferentes áreas del campo. Por semestre se desarrollan alrededor de 50 giras con los profesores que dictan asignaturas como: reproducción, diagnósticos, palpación. También, aprenden a diagnosticar enfermedades y manejo del bovino. Desde el primer año de estudios salen a efectuar práctica en la materia teoría y manejo. Revisan las razas de ganado, caballos y otras especies.
Otra parte de las giras académicas se realizan a los mataderos, planta de procesamiento de carnes y alimentos -es una función del veterinario-.
En Juan Díaz, distrito de Panamá, visitan un matadero privado que permite a los estudiantes ingresar para cumplir con dichas prácticas.
En vista de que no contamos con una finca los alumnos están en constante traslado hacia fincas de producción privadas en diferentes áreas de la república (Chiriquí, Haras San José, Cerro Punta, Chepo, La Chorrera, Colón y a la Feria Internacional de Azuero).